Ana León Rubio

[ de Algeciras a Estambul ]

Cultura cervecera en Berlín

Ya desde la Antigüedad la cerveza ha estado unida a la historia del hombre, de manera que esta bebida alcohólica forma parte de la cultura del ser humano no ya como una simple bebida, sino que se vincula con un estilo de vida. Tomar una cerveza se ha convertido en un acto social y también, porqué no, un momento de desconectar y del disfrute. Personalmente no me gusta asociar el alcohol con cosas positivas, pero os presento este tema porque me sorprendió mucho en mi visita a Berlín.

Alemania es uno de esos países cerveceros por excelencia y esto se hace patente en su capital. Acostumbrada a ver sólo algunas marcas de cerveza, en Berlín se pueden encontrar cientos en un simple supermercado. En la calle, en el metro, en el mismo muro, podemos encontrar tirados botellines de cerveza. Como si la misma ciudad coleccionara estas pequeñas botellas de cristal en sus esquinas y aceras.

Me sorprendió verlas colocadas con cierto cariño al lado de las papeleras. Me resultaba extraño que los alemanes, en su inmensa obsesión por el orden y la educación pudieran permitir esta burla. Pero tiene su explicación, y es que estos botellines son recogidos por vagabundos que, como hormiguitas, recogen el cristal sin el preciado líquido, para poder canjearlo por dinero en alguno de los muchos puestos en los que se puede hacer el cambio por unas cuantas moneditas.

A partir de las 16:00 horas, y especialmente los viernes, no es extraño ver a los berlineses con una cerveza en la mano. No hay nada mejor que salir del trabajo y regresar en el metro con una cerveza bien fría. Acostumbrada a ver a personas disfrutando de un botellín sentada en un bar o en una plaza en grupo, en Berlín la gente anda con uno en la mano. Camino a casa o mientras vas a una cita. En Nueva York tuve una experiencia parecida con el café, pero esto es más chocante.

No soy nada cervecera, pero no pude resistirme a tomarme la famosa Berliner Weiße con sirope. Según nos comentaron una camarera de un pub enfrente de la famosa casa ocupa Tacheles, aunque es la más famosa en Berlín, sólo la toman los turistas. Turistada o no, disfrutamos junto a esta mujer de un rato agradable hablando de cervezas en la noche berlinesa.

2 comentarios»

  José Manuel wrote @

Hola Ana. He llegado a tu blog a través de otro: «Mi paseo por el mundo», de Cristina Fernández. Ambos me encantan y el tuyo además tiene un plus de interés por cuanto va más allá de los viajes -actividad , viajar, que por cierto me apasiona- y se adentra en aspectos más intimistas, como la literatura. Y además de todo esto nos recreas la vista con tus magníficas fotografías.
Mi comentario es a propósito de la capital alemana. He leido no sólo este post sobre la cultura cervecera que profesan los berlineses, sino también los otros que has publicado sobre esta singular ciudad. Para mi Berlín es, sin duda alguna, la capital de Europa. Pocas ciudades tienen ese sello tan peculiar de urbe elegante, sosegada, alternativa, ecologista y con una oferta cultural y de ocio sin igual en el Viejo Continente. Cada vez que la visito no quiero volver. Es como si estuviera en casa y me encuentro muy a gusto allí. Sus gentes, eso sí, son un tanto peculiares por ese cierto carácter caústico y ácido que se gastan. Son correctos en el trato con el extranjero, pero poco más puedes esperar (es mi experiencia personal). En eso los latinos somos más locuaces y abiertos. Pero nada más que objetar.
Espero que continues escribiendo sobre esta ciudad y sobre otros destinos. Será un placer seguir leyéndote.

Un saludo desde Madrid.

José Manuel

  aleonrubio wrote @

Muchas gracias, José Manuel, por tus palabras. La verdad es que mi breve experiencia en Berlín fue estupenda, creo que todos los europeos deberíamos pasar por allí al menos una vez en la vida, más allá de las típicas ciudades de Londres, París, Roma… Un fuerte abrazo!


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